Al poco de mudarme a Madrid me apunté a Kronos, ya que practicaba boxeo de antes y no quería dejarlo.
Antes el boxeo me gustaba, pero desde que estoy en este club me he enamorado realmente de este deporte. No hay dos entrenamientos iguales, el compañerismo es inmejorable y hacen que me sienta como en casa. Todos los días salgo de entrenar con una sonrisa en la cara.
Simplemente no se me ocurre un sitio mejor en el que practicar boxeo.